viernes, 28 de septiembre de 2012

Centenario de la alternativa de José Gómez "Gallito"

José Gómez Ortega, Joselito o Gallito como lo quieran llamar. Figura del toreo de principios del siglo XX. Considerado por muchos el torero más completo de la historia de la Tauromaquia. El 28 de Septiembre de 1912 toma la alternativa en Sevilla, de la mano de su hermano Rafael El Gallo.


En aquella época había un buen maestro de la crítica taurina, don Gregorio Corrochano. Copio un fragmento de la crónica de la corrida de la Prensa de Madrid del 31 de mayo de 1917. Se titula: "Una faena del maestro". Corrochano le escribe a su maestro don Modesto.

Aquí es donde necesito de ti, maestro. Para contar esto quiero aquella pluma jugosa, llena de luz, que no parecía sino que al escribir te alumbrabas con los destellos de oro de un traje de torear. En un remedo pobre de inspiración, procuré narrarlo con tu estilo, y si acierto a imitarte, será un triunfo. Tú hubieras dicho, sobre poco más o menos:"Y fue el Papa, y encasquetándose la tiara, que lleva más firme que nunca, con una muleta plegada en la izquierda, salió a los medios, a donde el mansurrón esperaba en actitud defensiva; desplegó cerca, citó, y el toro se arrancó como un exprés y no muy franco. El Papa lo superó, lo aguantó y se lo sacó de la faja con un pase natural. Cada vez más cerca, cada vez más ceñido, toreando con la izquierda, se apretó tanto en un pase, que tropezaron en sus piernas las patas del toro. ¡Señores, qué pases! Con medio pase como estos pases se pasa a la Gloria sin permiso de San Pedro, ¡Qué pases!  ¡Pasad, y desvaneceos...!"

Y así en progresión creciente, con la aceleración del entusiasmo, yo no sé adónde hubieras llegado, maestro, al ver que inmediatamente después de estos diez pases admirables entró a matar y dio una estocada en las agujas, de la que rodó el toro. Yo no sé los Lagartijos y Guerritas que hubieras necesitado empalmar hoy para ver al Papa la estatura a que llegó, porque todo duró un minuto y se hizo en tres metros de terreno, con un toro mal picado que conservaba todo su poder. ¿Pero qué mérito tiene esto en quien mató en la pasada feria de Córdoba un toro sin picar ni banderillear, haciendo una faena de maestro y dando una estocada?. Realmente, no hay problema taurino  que no pueda resolver este asombro de torero.

Toreando de capa, él; haciendo quites, él; hasta con el estoque, él. Toda la corrida fue ÉL. Estupendo don Modesto, estupendo; nos hemos perdido su mejor crónica y su más ingeniosa hipérbole. Gallito cortó la oreja, dio dos vueltas al ruedo, y el murmullo de asombro y entusiasmos duró largo rato.

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