"... La lucha sigue para los patas blancas de Barcial. Gracias al ganado de carne que los ganaderos también crían, los Vega-Villar no conocerán el triste destino de los del primo Luciano. Es de esperar que tampoco conozcan el de los primos Sánchez Cobaleda, y que no acaben como ellos en un cebadero tras haber padecido la temible solución final del vacío sanitario. Bien fácil lo tienen en Las Ventas si quieren, de verdad, acudir al rescate en vez de programar los festejos de encastes minoritarios en el gueto de un ciclo desprestigiado de antemano, que los repartan a lo largo de toda la temporada, que dejen los carteles abiertos para poder repetir a los chavales que se lo merecen y, sobre todo, que avisen a los ganaderos con tiempo para que preparen sus novilladas. Los patas blancas de Barcial, Paco Galache o Caridad Cobaleda, los Coquillas de Fabrés o Arjona, los gracilianos de Juan Luís Fraile o Valdellán, los saltillos de Moreno Silva o Zaballos, los gameroscívicos de Sánchez Rico de Terrones, Pinto Barreiro o Yonnet, ¿no merecen la misma oportunidad que las muchas ganaderías nacidas del desecho de Domecq y que este año, en esta misma plaza, han dado al traste con las esperanzas de varios novilleros, sin mencionar, por supuesto, de los aficionados? De no ser así, la burocracia ubuesca se saldrá con la suya y acabará a corto plazo con todos los encastes en vías de extinción inscritos en su lista negra. De nada valdrán las sabias palabras que se pronunciaron en el foro de Las Ventas si no se actúa de forma contundente: la única manera para salvarlos de la desaparición consiste, nada más y nada menos, en lidiarlos".
Tierras Taurinas. Opus 17 Vega-Villar
Foto: Javier Arroyo
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